domingo, 18 de marzo de 2018

Paciencia

El área del fruto del Espíritu Santo en el que hoy vamos a meditar es la paciencia. ¿Por qué hablar de la paciencia? Déjame leerte unas preguntas que hace Beth Moore: “¿cuántas veces los errores o pecados de los demás arruinan su paz? ¿Qué sucedería si se negara a permitir que el comportamiento de los demás arruine su día?” ¿cómo ha visto esas preguntas? Tenemos que convivir con la gente y con sus altos y bajos, con sus fallos y sus cosas buenas. Nosotros mismos tenemos esos días malos. ¿cómo nos afectan? 

Para mí hablar y mirar acerca de la paciencia siempre es importante y satisfactorio. Para una persona que tenía poca paciencia como yo, ha sido muy importante trabajar en este área en el transcurrir de los años. No que ya sea la mujer más paciente del mundo pero he crecido mucho en ese área, ya me queda menos. Aún sigo queriendo crecer en ese área y eso significará al orar por paciencia que vendrán fricciones y dificultades.

Al igual que veíamos con amor, la Palabra que vemos en nuestras Biblias traducida por paciencia, no es siempre el mismo vocablo griego. Nos encontramos:

Anoje - dominarse uno mismo
Makrodsumeo - tener espíritu largo, paciente, tardar en responder
Makrodsumia - paciencia, longanimidad, aguante
Makrodsumos - temperamento largo, paciencia
Huponome - Constancia, paciencia, perseverancia
Hupopiazo - agotar la paciencia


Tenemos Makrodsumia o makrothumia y huponome y algunos de sus derivados y una única vez anoje. Las palabras Makrodsumia y huponome  tienen que ver con la actitud de esperar, soportar, pero huponome tiene que ver con la actitud que no te permite rendirte ante circunstancias o cosas mientras que Makrodsumia tiene que ver con no rendirse con las personas. 

Si reflexionamos en lo que dicho anteriormente, paciencia no tiene que ver con tener una actitud derrotista ante el problema. Pensar en paciencia me llevaba a ver un hombre con una piedra gigante en la espalda, pero eso es equivocado, porque tanto Makrodsumia como huponome tienen que ver con no rendirse, no conformarse. Es esperar sin rendirte creyendo que la actitud o la situación cambiará, es decir, la piedra desaparecerá.

Como decía al principio, yo he tirado la toalla con muchas cosas, me he rendido por no tener la Makrodsumia necesaria. También en ocasiones he perdido los nervios y he entrado en actitud aireada ante la incapacidad de ver que la situación pudiera cambiar. Dice Beth Moore que Huponome tiene que ver con esperanza y Makrodsumia con Misericordia pero creo que Makrodsumia también tiene un componente de esperanza porque se necesita tener esperanza para creer que la persona va a cambiar y usaremos de Misericordia. 

La Palabra que se usa en Gálatas referida al fruto del Espíritu Santo es Makrodsumia que aparece 14 veces en el Nuevo Testamento y no siempre traducida como paciencia. Miraremos los pasajes para ver que podremos aprender de esta hermosa palabra:

  • Romanos 2:4 RVES “O menosprecias las riquezas de su benignidad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?” En este versículo nos encontramos con dos palabras paciencia y longanimidad. Aquí, la palabra traducida por paciencia es anoje que como hemos visto es dominarse a uno mismo y la palabra longanimidad es Makrodsumia o no rendirse con las personas. Nos está diciendo este versículo que son cualidades que tiene Dios y que debemos no menospreciar. Hemos sido en principio creados a su imagen y conforme a su semejanza. Adán tenía esa paciencia que Dios tenía, había sido creado así. En la caída esa imagen se distorsionó y ahora nos toca restituirla, volver a tenerla totalmente en nuestro carácter. Qué bueno que el Espíritu Santo quiere venir haciéndonos crecer en ella.

  • Romanos 9:22 RVES “Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira preparados para muerte,” En este versículo nos encontramos la palabra traducida como mansedumbre. Qué cosa, Dios tuvo paciencia con aquellos que se perderían y mostró paciencia porque tenía en mente algo en el futuro que debía ocurrir. La paciencia no nos torpedea los planes futuros. ¿Cuántas veces has sido tu propio enemigo en cuanto a propósito en algo? A veces nos ocurre que estorbamos los planes porque no tenemos puesta la mirada en el futuro sino en el día a día. 

  • 2 Corintios 6:6 RVES “En castidad, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en amor no fingido;” Aquí lo encontramos traducido por longanimidad. Pablo hablando de su propio testimonio dice que él y los que con él trabajaban habían dado ejemplo trabajando con este tipo de carácter. Esto nos lleva a considerar que la paciencia es un atributo del carácter de Dios muy posible. Hoy lo veo como una consideración más real porque en mi propia vida lo he visto crecer en mi carácter pero cuando comencé lo veía como imposible, solo apta para los más santos. No te rindas, Dios quiere y puede llenarte, llenarme de paciencia para con la gente esperando de ellos lo mejor.

  • Efesios 4:1-2 RVES “YO pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados; Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor;” Dios a través de Pablo nos pide que nos comportemos como es digno de los llamados de Dios. Y una de las características que nos pide es la paciencia. Para ser siervos del Altísimo debemos vestirnos de paciencia, porque tenemos que tratar con muchas personas que no están bien y Dios no quiere que tiremos la toalla, ni que demos mal ejemplo, sino que esperemos y creamos lo mejor de los demás.

  • Colosenses 1:9-11 RVES “Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia; Para que andéis como es digno del Señor, agradándo le en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios: Corroborados de toda fortaleza, conforme á la potencia de su gloria, para toda tolerancia y largura de ánimo con gozo;” Esta es una de las hermosas oraciones de Pablo, él quería que el creyente tuviese paciencia, huponome y longanimidad, Makrodsumia. Quería que crecieran en paciencia para con las cosas que les ocurrieran y se les atravesaran y para con las personas con las que tendrían, tendremos que tratar. Vuelve a verse el mismo tema de forma repetida. En tus relaciones confía y espera siempre lo mejor de los demás.

  • Colosenses 3:12 RVES “Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;” aquí nos encontramos algunas de las características, actitudes que como creyentes debemos tener. Como si fuese de un vestido, o una camisa, Pablo nos dice pon en tu vida paciencia. Nos dice cosas tremendamente importantes, a incorporar en nuestra personalidad como la misericordia, benignidad y la equipara con paciencia. Ten en cuenta que dejas de ser misericordioso cuando dejas de tener paciencia con la persona y le faltas o le hablas mal. 

  • 1 Timoteo 1:16 RVES “Mas por esto fuí recibido á misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.” En este versículo la palabra es traducida por clemencia. Pablo en su mensaje a Timoteo le dice que Dios mostró en él toda su paciencia como un ejemplo. Recordemos de donde fue sacado Pablo, perseguidor de los creyentes, pero no un perseguidor cualquiera, uno con mucha influencia. ¿qué hubieses pensado tú de su salvación? Muy posiblemente hubieses pensado quizás que era una persona muy difícil para arrepentirse y recibir a Cristo, pero no lo era para el Señor. Dios quiere que tengamos claro que nadie es demasiado difícil para reconocerle como Salvador y que nosotros cuando tengamos frente a nosotros a un opositor del evangelio tengamos paciencia y sigamos predicándole con esperanza en qué va a cambiar y por lo tanto no perdemos nuestro tiempo. Nadie es demasiado difícil para Él.

  • 2 Timoteo 3:10 RVES “Pero tú has comprendido mi doctrina, instrucción, intento, fe, largura de ánimo, caridad, paciencia,” En su segunda carta a Timoteo, vuelve a recordarle sus actitudes y entre ellas dice paciencia. Pablo era un hombre paciente. Se describe como un hombre paciente. ¿puedes tú hacerlo? Quizás ahora no, pero puedes creer que el Espíritu Santo lo hará en ti. No te desanimes sino todo lo contrario, ten grandes expectativas y ábrete a la obra del Espíritu Santo en tu vida, quita toda falta de fe en ti mismo y en lo que puede Dios hacer en ti. 

  • 2 Timoteo 4:2 RVES “Que prediques la palabra; que instes á tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina.” Esta es una buena instrucción. Muchas veces predicamos que queremos meter como con una cuchara a la fuerza a la gente la enseñanza, como si fueran bebés. Y he visto a gente con impaciencia que si la gente no escucha a la primera se negaban a dedicar más tiempo a ella. Debemos predicar con paciencia, no rindiéndonos, no teniendo actitudes de impaciencia como nervios, el tono al hablar, los gestos. Que cuando prediquemos lo hagamos con fe, creyendo que la persona va a estar abierta y va a aceptar a nuestro Señor como El Salvador de su alma, quizás no en ese momento, pero sí en un futuro no lejano. Cuando predicas no estás nunca perdiendo tu tiempo.

  • Hebreos 6:12 RVES “Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Qué bueno cuando recibimos una promesa de Dios, alguien viene a danos una palabra, o cuando leemos la Biblia y nos apropiamos de un versículo. Muchas veces creemos que porque Dios lo ha dicho se va a cumplir así sin más, sin tener en cuenta que podemos no recibirla. Pero ¿cómo puede ser eso?. Leemos aquí dos componentes importantes para recibir las promesas, la fe y la paciencia. La Escritura es clara en este asunto, la incredulidad es un estorbo para recibir la promesa. Un ejemplo claro de esto es que Dios mismo dijo al pueblo que saliera de Egipto y los llevaba a la tierra prometida pero la incredulidad de ellos fue un estorbo tan grande que los mayores que recibieron esta promesa no entraron, se quedaron muertos en el desierto. Fue Dios quien dio la palabra que no se cumplió. En este caso falló la incredulidad. Podéis leerlo en el Salmo 106:24. Aquí leemos que la falta de paciencia también es estorbo para recibir una promesa. Cuántas veces por no tener paciencia, nos adelantamos y hacemos nuestros planes y no los de Dios. Nos decimos, quizás me equivoqué y no era para mí o triste, Dios lo cumplirá a través de otro. Cuando recibamos una palabra, mantengámonos firmes en ella, sin dudar aunque se alargue en el tiempo. Apliquemos siempre fe y paciencia a las promesas.

  • Santiago 5:10 RVES “Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción y de paciencia, á los profetas que hablaron en nombre del Señor.” Uff. Hoy en día a la gente le encanta ir a las campañas para que le den una profecía. La gente busca el don de profeta porque te hace popular. Los profetas del Antiguo Testamento eran populares pero no por eso. El pueblo estaba en mucha rebeldía y pecado y ellos tenían que sacar a luz todo lo que estaba en oculto. Puedes leer sus vidas en los libros proféticos. Por aflicción y paciencia es muy reconocido Jeremías. Sufrió mucho y le llaman el profeta llorón. Busquemos no la popularidad, sino la extensión del Reino De Dios con paciencia y si es necesario con muchas aflicciones.

  • 1 Pedro 3:20 RVES “Los cuales en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es á saber, ocho personas fueron salvas por agua.” Este versículo nos enseña que durante el tiempo de preparación del Arca, cuando Noe trabajaba Dios estaba ejerciendo paciencia. Dios no es ni mucho menos como el hombre caído. Yo cuando estaba en una circunstancia de choque por las faltas ajenas, era a veces como un tropel y el mal humor y las palabras feas salían como de un volcán en erupción. Gloria a Dios que me ha cambiado. Ahora en momentos de debilidad por el dolor por ejemplo, el enemigo viene a intentar destruir esas áreas que cuando vine al Señor estaban muy dañadas y cuando veo que eso pueda llegar a ocurrir, rápidamente oro y pido a Dios que pueda negarme a mi misma, busco la paciencia, la mansedumbre de Dios. Proclamo una palabra. 

  • 2 Pedro 3:15 RVES “Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también;” y terminamos con este pasaje, que nos deja claro porqué nuestro Señor Jesucristo aún no ha regresado. La razón es, Dios tiene paciencia para con la humanidad, quiere que sean salvas. Si Él es paciente y tiene fe, porque yo no voy a poder hacerlo.

Quiero terminar diciendo: seamos imitadores de Dios. 

Que el Señor te bendiga



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