miércoles, 2 de abril de 2014

Excelencias de la ley de Dios - Salmo 119:129-136

129 Maravillosos son tus testimonios: por tanto los ha guardado mi alma.
130 El principio de tus palabras alumbra; hace entender á los simples.
131 Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.
132 Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos. 
136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.