miércoles, 2 de julio de 2014

Salmo 119:1

Bienaventurados los perfectos de camino; 
Los que andan en la ley de Jehová.
Salmo 119:1


El versículo comienza ¡cuán felices, dichosos, son!. Creo que cada persona cuando se levanta espera, anhela decir y poder sentir esta realidad, "¡Cuán feliz y dichoso soy!".



Señor, en esta mañana, es mi anhelo, y mi oración. Quiero poder sentir esa dicha dentro de mí cada día, quiero anhelar poder andar en tu camino, en tu palabra, de una forma perfecta. Sé que hoy estoy lejos de esa perfección, pero sé que tú puedes ayudarme cada día a no desviarme de tu palabra. Sé que quizás el camino no es lo suave, y liso que quisiera, que hay muchas dificultades en él, pero sé que puedo ser bienaventurada cada día, sea cual sea la circunstancia. 
Ayúdame cada día a leer, estudiar y meditar en tu Palabra. Es a través de ella, que me llevas por el camino perfecto. Es mi mapa en este viaje hasta encontrarme contigo en el cielo. Quiero ir por la ruta que tú quieras. Estoy expectante a las maravillas que cada día puedo ver. En ti y tu palabra está el mejor tesoro que pudiera anhelar. También estoy consciente de que habrá dificultades, que hay lugares que quizás en este camino quisiera evitar, pero pido que me ayudes a no dejar de lado nada de lo que quieras o permitas, en ese tu perfecto caminar para mí. Dame cada día la fuerza necesaria para vencer. También quiero sentirme bienaventurada en esas ocasiones, porque sé que no hay nada que no uses para mi bien. 
Te amo Señor

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