martes, 22 de mayo de 2018

Club de lectura - 1 Corintios capítulo 9

¿NO soy apóstol? ¿no soy libre? ¿no he visto á Jesús el Señor nuestro? ¿no sois vosotros mi obra en el Señor?
Si á los otros no soy apóstol, á vosotros ciertamente lo soy: porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
Esta es mi respuesta á los que me preguntan.

Qué, ¿no tenemos potestad de comer y de beber?
¿No tenemos potestad de traer con nosotros una hermana mujer también como los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?
¿O sólo yo y Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?
¿Quién jamás peleó á sus expensas? ¿quién planta viña, y no come de su fruto? ¿ó quién apacienta el ganado, y no come de la leche del ganado?
¿Digo esto según los hombres? ¿no dice esto también la ley?
Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes?
10 ¿O dícelo enteramente por nosotros? Pues por nosotros está escrito: porque con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de recibir el fruto.
11 Si nosotros os sembramos lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos lo vuestro carnal?
12 Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿no más bien nosotros? Mas no hemos usado de esta potestad: antes lo sufrimos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.
13 ¿No sabéis que los que trabajan en el santuario, comen del santuario; y que los que sirven al altar, del altar participan?
14 Así también ordenó el Señor á los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
15 Mas yo de nada de esto me aproveché: ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria.
16 Pues bien que anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme porque me es impuesta necesidad; y ­ay de mí si no anunciare el evangelio!
17 Por lo cual, si lo hago de voluntad, premio tendré; mas si por fuerza, la dispensación me ha sido encargada.
18 ¿Cuál, pues, es mi merced? Que predicando el evangelio, ponga el evangelio de Cristo de balde, para no usar mal de mi potestad en el evangelio.
19 Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos por ganar á más.
20 Heme hecho á los Judíos como Judío, por ganar á los Judíos; á los que están sujetos á la ley (aunque yo no sea sujeto á la ley) como sujeto á la ley, por ganar á los que están sujetos á la ley;
21 A los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo) por ganar á los que estaban sin ley.
22 Me he hecho á los flacos flaco, por ganar á los flacos: á todos me he hecho todo, para que de todo punto salve á algunos.
23 Y esto hago por causa del evangelio, por hacerme juntamente participante de él.
24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
25 Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible.
26 Así que, yo de esta manera corro, no como á cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire:
27 Antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado á otros, yo mismo venga á ser reprobado.


Reina-Valera Antigua (RVA)
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5 comentarios:

  1. Pablo cuando fue a Corinto a predicar, renunció voluntariamente a su derecho de ser sostenido económicamente y trabajó para sostenerse. En la primera parte del capítulo deja claro que renunció voluntariamente porque el sostenimiento está avalado por:
    - Jesús mismo v14
    - la Ley v8-13
    - los trabajadores que prestan algún servicio a la sociedad: soldado v7
    ¿estás participando del sostenimiento de los ministros de tu iglesia?

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  2. En los últimos versículos del capítulo, Pablo va a usar una analogía que los griegos entenderían muy bien, algo tremendamente importante. Ningún atleta llega a nada sin una meta clara, un propósito, autodisciplina, control, sin tener la mirada puesta en el premio. Todo cristiano debe ser así y es más, cuando vemos que muchos deportistas no se esfuerzan lo suficiente y se conforman con participar, Dios no dice aquí "corre de tal manera que obtengas en premio". Nuestro premio es tremendo, estar con Dios por la eternidad, participar de su vida y gloria. Esto debe dejarnos expectantes. Cuida tu caminar cada día, no te conformes a cualquier entrenamiento, busca el ejercitarte en lo mejor(ora, estudia, evangeliza, sirve...), cierra tus ojos y visualiza el premio.

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  3. En el versículo 16 Pablo dice algo tremendo " ay de mí si no anunciara el evangelio". ¿Es para ti tan importante anunciar el evangelio?

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  4. ¿Es la falta de apoyo económico a los ministros una de las causas por la que no hay un mayor crecimiento? ¿Crecería el evangelio si los ministros se dedicaran exclusivamente a la obra sin tener que buscarse la vida en trabajos seculares? ¿Hacemos con los ministros lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros?

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  5. Lo importante es llevar la Palabra de Dios a otros, un día recibiremos el premio del Señor, una corona incorruptible. Puede que encuentres baches, situaciones difíciles, enfermedad, pero el Señor está con nosotros y contra esta Verdad nadie puede estorbarnos.
    24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
    25 Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible.

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