martes, 18 de febrero de 2014

El regalo de Dios - Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16

Oderberg escribió "El Hijo es el regalo que Dios hace al mundo; es el regalo por antonomasia. No hay más regalos divinos aparte o fuera del Hijo".

El apóstol Juan, un judío que había crecido creyendo en el amor de Dios por el pueblo judío, escribe unas palabras tremendas, "Dios ama al mundo". Es verdad que el pueblo judío es un pueblo especial, elegido por Dios, pero no se percataron que la promesa a Abram era que a través de ellos Dios quería bendecir a todas las familias de la tierra (Génesis 12:1-3). En este versículo que vemos hoy no dice una verdad nueva, sino una verdad que cuesta aceptar quizás por egoísmo. Dios me ama a mí pero también ama al otro. Dios ama al mundo.



Para algunos, el termino amor es algo vano y pasajero pero no así para Dios. La Biblia nos enseña que es un amor real, comprometido, con un precio, su Hijo. Cuanto amor.

Dios quiere que la humanidad sea salva, tenga una vida eterna de calidad en su presencia y para ello envió lo mejor, su Hijo, Dios mismo, para poder morir por nuestros pecados. 

Algunos dirán: si tanto ama, ¿por qué va a condenar? ¿por qué no va a salvar a todos? Entonces no será tan bueno. Él te da la elección a ti, hace todo lo necesario para que puedas ser salvo y deja a tu libre albedrío la opción de aceptar su salvación y la vida eterna o no aceptar y elegir la condenación. Es tu parte elegir. Te ama tanto que no te obliga.

Gracias por amarme tanto, gracias por enviar a Jesús para que a través de Él pueda ser salva y tener vida eterna. 

Que Dios te bendiga grandemente.

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